Dr. Arcenio
Estévez Medina.
Si le están vendiendo el jarabe de maguey alto en
fructosa, tenga cuidado porque esta sustancia es muy peligrosa. Usted no puede olvidar que hay gran interés
por encontrar edulcorantes artificiales para que la gente coma mucho y no
sienta que aumenta de peso.
Luego del jarabe de maíz alto en fructosa, ahora nos
quieren vender jarabe de agave para endulzar todo. La publicidad está embarcada en conquistar la
preferencia del consumidor a cambio de un deterioro progresivo de la salud,
bajo el amparo majestuoso de la ignorancia del público. ¡El comercio siempre apuesta a imponer, por
encima de todo, sus beneficios económicos!
Nunca crea en las ventajas proclamadas por el productor o representante
de una marca, siempre compruebe por sus medios la veracidad de las cualidades
de cualquier artículo que le promocionen.
El maguey o Agave americano, como se le conoce en
lenguaje científico, es una planta que crece silvestre y prefiere el terreno
seco para su desarrollo. La vemos solitaria
y señorial en montañas y barrancos, sin dejar muchas posibilidades
existenciales a sus compañeras del reino vegetal.
Se parece mucho a la cabuya o sisal y menos a la
sábila; no obstante, el explorador inexperto puede confundirla con cualquiera
de las dos.
La cepa del maguey hervida es recomendada en medicina
doméstica para las úlceras de estómago y duodeno. Con estos propósitos se da a tomar al
paciente una taza de la referida decocción tres veces al día.
En el caso del alcohol, elaborado con el maguey, puede
ser que no surta efecto tóxico, consumido en cantidades no excesivas, porque mediante
el proceso de fermentación se pierden muchos de sus principios activos.
Razones para no consumir el maguey.
Contiene sustancias causticas que pueden producir
edema de las cuerdas vocales y hasta la muerte por asfixia al reducir el paso
del oxígeno a través de la tráquea.
El paciente que ingiere maguey puede presentar náusea,
pulso débil, baja brusca de la temperatura, de la presión y hasta la muerte por
un paro cardio-respiratorio. El zumo de
las hojas o pencas, puede producir alergia en la piel, por lo que no se
recomienda este uso.
El jarabe de maguey alto en fructosa es la última
propuesta publicitaria como alternativa para endulzar. Sin embargo, es peor que el jarabe de maíz, porque
tiene más fructosa (entre 70 y 90%) mientras que el de maíz contiene 55 % de
este hidrato de carbono, capaz de producir daños al hígado, diabetes,
hipertensión arterial y aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular.