Dr. Arcenio Estévez Medina.
Al poco tiempo de la humanidad hacer cotidiano
el uso del teléfono celular empezaron las advertencias del riesgo de producir
cáncer a que conlleva el empleo de este artefacto de la comunicación.
Con el paso de los años, empresas y sectores
interesados en controlar el mercado de este dispositivo han defendido la
inocuidad del empleo del mismo y han asegurado que hay gran seguridad al hablar
por el teléfono celular. Sin embargo,
las investigaciones todavía no afirman que esto sea cierto. Cada vez más estudios vinculan el uso del
teléfono móvil con tumores y otras patologías.
Los efectos dañinos de la frecuencia con que
funciona el teléfono celular han sido estudiados por David Gultekin, PhD., del
Memorial Sloan-Kettering, en trabajos publicados por la academia Nacional de
Ciencias de Estados Unidos de Norteamérica.
Este científico demostró, a través de imágenes de resonancia magnética
nuclear, que los efectos del uso del teléfono celular sobre el tejido cerebral
es variable y advirtió que la temperatura en el tejido de contacto con el
aparato puede elevarse hasta 5 grados Celcius después de los 10 minutos de uso
continuo.
Es importante la extensión de la zona de la
cabeza expuesta a la radiación del aparato, también tiene valor la potencia del
teléfono celular y el tiempo de exposición del usuario. No es lo mismo hablar por el celular durante
3 minutos que por 15 o más. De igual
manera, es diferente el empleo de un aparato de alta capacidad que uno de
mediana o baja. Todo eso influye en el riesgo de producir daño.
Por otro lado, Martin Blank, PhD., profesor de
la Universidad Columbia de Estados Unidos, investigador por mucho tiempo sobre
los efectos celulares y moleculares de los campos electromagnéticos, demuestra que
los efectos de este tipo de radiaciones puede afectar al ADN.
La Agencia Francesa para la Alimentación, Medio
Ambiente, Seguridad y Salud Laboral, afirmó que hay vínculos entre el uso del
teléfono celular, tumores cerebrales, infertilidad masculina y trastornos del sueño.
La gran competencia por el mercado hace que
cada vez más las empresas aumenten la frecuencia y potencia de sus aparatos y
mientras más altas mayor efecto dañino.
Usted debe mantener el teléfono una distancia
de por lo menos 15 centímetros de su cuerpo por eso es bueno usarlo en alta voz
o con manos libre (hand free). Se ha
demostrado que la acción biológica de los campos magnéticos del aparato
producen menos daños a esa distancia.
CUIDADO CON LOS NIÑOS Y EL USO DEL CELULAR.
En los niños y adolescentes el efecto es mayor,
por eso en muchos países se recomienda de manera oficial que no se permita en estas
etapas de la vida la utilización de dichos aparatos. En ese sentido el Comité de Ministros del
Consejo de Europa llegó a la conclusión de que es necesario tomar medidas
rápidas para proteger a los niños en contra de esta posibilidad. Después de esto las autoridades rusas pidieron
a los padres que no permitan a sus hijos menores de 18 años usar estos aparatos.
En Reino Unido, India, Alemania, Israel
y Finlandia se recomienda a los adultos no dejar que sus niños utilicen el
teléfono celular.
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