ACACIA
AMARILLA
(Cassia
siamea)
Dr. Arcenio Estévez Medina, M. D., N.D., M.H.
Este árbol de la familia de las Leguminosas,
puede crecer hasta 8 metros
de altura, tiene muchas ramas con hojas oblongas y flores amarillas en racimos
tan abundantes que le dan ese color a la planta. Esto la hace una especie buena en cuanto a la
producción de néctar para las abejas elaborar miel. Se ha descubierto que el néctar de la acacia
es utilizado por unas hormigas llamadas mieleras en la fabricación de miel de
un sabor dulce muy intenso. El origen de
la planta se atribuye a La India. Se reproduce por semilla y
es de un crecimiento muy rápido.
Los frutos, son vainas finas, negras y
largas, llenas de semillas, son comidos por los animales. Es una planta fijadora de nitrógeno, un gas
imprescindible para la producción de proteína por parte de cualquier vegetal.
USOS
El fruto comido
o en jugo es utilizado como laxante. Sin
embargo, no se debe consumir debido a que se ha reportado toxicidad al
ingerirlo los animales.
Las flores son tomadas en infusión, que se
prepara con dos cucharaditas en una taza de agua hirviendo, para la gripe.
También se hace un jarabe con esta preparación bien dulce y se le agrega un
diez por ciento de alcohol etílico. En
este caso se toma una cucharada tres veces al día para los adultos y una
cucharadita en los niños.
Las hojas también son usadas en decocción
para cálculos renales e insomnio. Se
toma una taza tres veces al día para cualquiera de estos problemas de salud.
Tanto las flores como las hojas son utilizadas
en el reflujo gastroesofágico –llamado “jervedero” en lenguaje popular- y en
los dolores cólicos intestinales.
Del tronco se produce madera, leña y carbón,
aunque al quemarse genera una gran cantidad de humo. Lo que hace un poco difícil su utilización
como fuente energética. También se
obtienen taninos de la corteza y en algunos lugares se elabora papel de ella.
Un uso muy popular en poblaciones muy
densas, como en ciudades importantes de la India es para disminuir la contaminación ambiental
y amortiguar el calentamiento global. En
ese país, que solo es superado por China en cantidad de habitantes, la acacia
está en grandes avenidas porque absorbe el dióxido de carbono (CO2) y el
monóxido de carbono, eliminado por los mufflers de los automóviles. Se afirma que utilizando agua y la energía
solar mediante el proceso de la fotosíntesis, la planta, produce carbohidratos
para dar sus frutos. Esta es una función
normal de todas las plantas que tienen clorofila, pero la acacia lo hace en una
proporción mayor que muchas otras, disminuyendo además, el mal olor propio del
aire contaminado. Esto quedó demostrado
en una investigación realizada en Patna Junction, India.
Por otro lado, en Tailandia se venden
cápsulas hechas con órganos extraídos de esta planta que son recomendadas para
ayudar en problemas de deficiencia de glóbulos rojos y niveles bajos de
hemoglobina y hematocrito. También se
venden en ese país bolsitas elaboradas con las hojas de este árbol, comercialmente
aprobadas para el estreñimiento, estrés, insomnio y tensión nerviosa. Sin embargo, no se aconseja tomarlas por más
de catorce días.
SUSTANCIAS
ACTIVAS
En estudios se ha identificado en la acacia
amarilla apigenina, cassiamina, siamina y cassiarinas.
Está demostrada la acción farmacológica de
esta planta contra el Proteus vulgaris, antimalaria. También se ha encontrado acción somnífera,
analgésica, relajante muscular, diurética y ansiolítica. Ayuda en el proceso de reparación del hígado
que sigue a una hepatitis aguda.
Una investigación realizada por la facultad
de farmacia de la universidad japonesa de Hoshi y publicada por la Sociedad Química
Americana, ofrece los resultados beneficiosos del efecto antioxidante y
desintoxicante para el hígado que tiene el extracto de las flores de esta
planta.
Varios estudios han comprobado las
cassiarinas, unos alcaloides de esta planta que tienen acción contra el
plasmodium, el microbio que produce el paludismo. Esta sustancia está en mayor concentración en
la decocción de la corteza del árbol.
Esta decocción se usa también para bañar a los niños con escabiosis,
conocida en lenguaje común como sarna y arador, una enfermedad de la piel
producida por un parásito externo, llamado Sarcoptes scabiei, que se manifiesta
con mucha comezón y se transmite por contacto directo.
El barakol es un extracto purificado de la
acacia que se recomienda como laxante.
Se plantea que actúa estimulando nervios de la submucosa del colon,
según una investigación de la
Facultad de Farmacia de la Universidad Mahidol
de Tailandia.
valla y yo con una mata de esta en el frente de mi casa
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